“Exporta” El Norte NarcoReportero para Apodaca
A las 13:55 del 27 de Julio del 2009, un Cable informativo llegó a varias Agencias de Seguridad de Los Estados Unidos. Este cable, tenía como objetivo informar lo acontecido en una reunión entre el Cónsul General de los Estados Unidos Bruce Williamson y, el empresario de Medios de Comunicación Alejandro Junco de la Vega.
Según el informe 09MONTERREY284_a filtrado por WikiLeaks, Williamson y Junco de la Vega habían conversado sobre lo difícil que era para el empresario mantener la línea editorial de sus medios de comunicación pues el crimen organizado los acechaba.
Alejandro Junco de la Vega, propietario de Grupo Reforma poseedor de los derechos de Casa Editorial El Sol, El Norte y Reforma entre otros, revelaba en esa charla como uno de sus Reporteros del Periódico El Norte había sido sorprendido trabajando para un Cartel de Narcotraficantes.
LIGA DE CABLE https://wikileaks.org/plusd/cables/09MONTERREY284_a.html
Sin revelar en qué fecha se había dado ese descubrimiento, Junco de la Vega le informó al Cónsul General que ese reportero del Diario, el más influyente de Nuevo León, había emigrado de la Redacción de El Norte a una Televisora local.
“Junco de la Vega señaló que, si bien habían sido capaces de cumplir la delicada tarea de despedir a uno de sus reporteros que descubrieron que trabajaba para los carteles, este reportero posteriormente tomó otro trabajo con un prominente medio de televisión local:”, señala el Cable, sin que se haga mención al nombre del comunicador.
“Desde entonces, el acoso de los Zetas ha aumentado. Junco Jr. declaró que: — una reportera de El Norte que había escrito una historia sobre puestos de control antidrogas había sido secuestrada durante cinco horas en la comunidad vecina de Santa Catarina, durante la cual fue golpeada y amenazada de violación / muerte. — los vendedores ambulantes que vendieron el periódico en las intersecciones clave de Santa Catarina habían sido expulsados de las calles por la fuerza. — un cadáver había sido arrojado en el rancho familiar de Junco al sur de la ciudad. —“, reza el Cable difundido.
Tras el acecho del Crimen Organizado y la ola de violencia que se vivía en Nuevo Léon, muchos reporteros fueron abandonando sus puestos dentro de las salas de redacción.
Tan solo dos meses después que Junco de la Vega reveló a los Estados Unidos que la redacción de su periódico El Norte había sido infiltrada por el Crimen Organizado, un operativo del Ejército Mexicano en el sector Cumbres al Poniente de Monterrey, evidenció sus dichos, al lograr la captura de cuatro sujetos a los que se les aseguró 73 millones de pesos. A ellos mismos se les aseguró narco-nóminas en las que existía un apartado especial para la PRENSA.
Un informante reveló que aquel reportero que había sido expulsado por el Diario El Norte, en algún momento entre el 2004 y 2009, dejó su trabajo en los medios de comunicación tras su participación en la televisora local, para emigrar como Funcionario Público en Apodaca Nuevo León.
No se supo el año en que emigró ese reportero para Apodaca, tampoco se confirmó si aún trabaja allí, pero fuentes policíacas aseguran que el cargo ocupado es dentro de la Dirección de Comunicación Social.