Presenta retraso migración a nuevo formato digital para facturación

CFDI 3.3: No todos los contribuyentes han podido migrar.

A cinco días de que entró en vigor la obligatoriedad del uso de la versión 3.3 del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), aún existen contribuyentes que por diversas razones no pueden expedir esta nueva versión de la factura.

Los problemas más comunes que se han recopilado por AFISC a través de diversos medios y foros, son situaciones técnicas de validación con los proveedores de timbrado en las que por cuestiones ajenas al contribuyente, y no por cuestiones técnicas de los proveedores, se generan errores al momento de timbrar.

Inclusive el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se vio en la necesidad de actualizar los catálogos de pedimentos y de patentes aduanales por ejemplo, ya que aquellas más recientes no estaban consideradas en las validaciones de la autoridad, y provocaban que las facturas no pudiesen timbrarse.

Otro problema generalizado ha sido la confusión entre las reglas de armado del número de pedimento.

Existen otro tipo de problemas técnicos, a nivel sistemas, por los que muchos contribuyentes aún no están en condiciones de timbrar sus facturas versión 3.3.

Problemas para el llenado de los datos también han sido reportados, puesto que las reglas para estos efectos son amplias, cambiantes y confusas, por lo que existen comprobantes que, aunque ya se expiden en versión 3.3, no se están expidiendo conforme a los criterios de la autoridad, que en ocasiones son contrarios a lo requisitos que establecen las propias leyes.

Este cambio de facturación no ha sido un proyecto menor, es un proyecto de cambio profundo en la operación y en los sistemas de las empresas, considerando por nuestra parte que el tiempo otorgado por la autoridad para la migración o modernización del sistema es para un gran número de contribuyente y no ha sido suficiente.

“La autoridad debe sensibilizarse en este sentido” mencionó el fiscalía ya Luis Roque ya que el hecho de que los contribuyentes no puedan facturar, implica que no podrán cobrar, lo que afectará las finanzas de las empresas, sin duda también las finanzas públicas, pues al no haber cobros, no se generan los impuestos que la autoridad estima recaudar, estos nos lleva a un torbellino que nos ancla y evita el flujo normal del sistema de comercio y servicios en el País.

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