Durante el tiempo que ha estado al frente del gobierno en Escobedo tiró a la basura, por decirlo así, las pocas cosas buenas que se habían logrado.
Egolatría, autoritarismo, despotismo, abusos y excesos han marcado el estilo de Clara Luz Flores durante estos 2 años que ha gobernado el municipio escobedence.
En un principio, la gente creyó en ella.
Creyó en sus promesas, en sus argumentos, en sus planes, en sus proyectos, en su filosofía de encarar la situación de pobreza y falta de seguridad que se percibe en el municipio.
Pero a final de cuentas, como cualquier político mas del grupo de Abel Guerra que ha ocupado un puesto en Escobedo, no pudo cumplir con todo aquello que ofreció.
Lo más preocupante del todo, es que está dejando al municipio peor que cuando asumió su cargo.
Arribó al poder argumentando que conduciría a Escobedo a niveles de bienestar y prosperidad nunca antes vistos.
Sus intenciones se quedaron en eso, en solo intenciones, los hechos palpables al día ejecuciones, secuestros, levantones, balaceras.
Nunca acepto los altos niveles de inseguridad de su municipio siempre se consideró la mejor líder.
Ahora que está entrando a su tercer año de gobierno la gente comenzó a darse cuenta que la mujer en la que habían depositado toda su confianza, todas sus ilusiones, era una política más que solamente velaba por sus propios intereses y los de su esposo Abel Guerra quien lleva mas de 27 años gobernando Escobedo a través de sus amigos y cómplices.
De una cosa esta segura la gente, los tres años que está a punto de cumplir como alcaldesa de Escobedo por segunda vez seguirá disfrutando de autoridad y dinero, recursos que los aprovechara al máximo para pisotear a sus detractores, porque Clara Luz Flores y su esposo Abel Guerra buscaran de nuevo tener el control del municipio de Escobedo como si fuera una plaza de los carteles sin importarles lo que la gente realmente quiere.
Y como buenos personajes públicos, se encargaran de neutralizar y segregar a los críticos que en su momento se atrevan a escribir o expresar sentimientos y opiniones en su contra.