Por Juan Alberto Cedillo
Monterrey, Nuevo León 5 de Dic.- Minutos después de conocerse que habrá una final entre Tigres y Rayados, uno de los “memes” que más circula en las redes sociales de Monterrey es una imagen de la ciudad en llamas, como si nos hubiese alcanzado el Apocalípsis.
Académicos del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) consideran que el fútbol actualmente mantiene el nivel de una religión que incluso ya tiene una iglesia llamada “Iglesia maradoniana”, con miles de hinchas que consideran a Diego Armando Maradona el mejor jugador del mundo y lo veneran como a un Dios.
Debido a ese fanatismo, en Argentina, en Brasil o Monterrey se puede prever que la violencia aparece cuando se enfrentan equipos en juegos clásico o finales de torneo, protagonizada por los miles de jóvenes fanáticos organizados en las respectivas “Barras”.
Según académicos y psicólogos que analizan a las barras, es de esperarse que esos hinchas, que tienen toda su identidad en su equipo de fútbol se frustren por la derrota y saquen su ira contra los seguidores del equipo rival.
Señalan que no puede ser de otro modo, ya que esos aficionados sus padres no los llevaron de niños a museos pero sí a los estadios donde les inculcaron el “amor a la camiseta”, y a celebrar los triunfos de su equipo con unas grandes cantidades de alcohol.
El negocio del fútbol ha crecido gracias a esos aficionados fanáticos, que gastan mucho dinero pagando boletos muy caros para entrar a los estadios del futbol mexicano, así como las cervezas, e incluso una camiseta oficial de su equipo vale más que un traje de vestir de una marca de diseñador.
La pasión desmedida por el fútbol, aseguran psicólogos, trasciende el ámbito deportivo y tiene consecuencia nefastas para la sociedad. Un estudio de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Nuevo León refiere que la violencia intrafamiliar se incrementa los fines de semana.
Esa violencia es el problema más grave en el estado y se incrementa los fines de semana porque las mujeres e incluso los hijos sufren golpizas por un esposo alcoholizado debido muchas veces a que su equipo sufrió una derrota.
También es conocido entre los Departamentos de Recursos Humanos de las empresas que el ausentismo laboral es consecuencia de los resultados del torneo de fútbol. Por ejemplo, si pierde Tigres muchos trabajadores u obreros faltan, y si cae Rayados, empleados y hasta directivos se ausentan de sus responsabilidades laborales.
Así que una de las consecuencias de una final entre Tigres y Rayados es que se manifieste en violencia en calles de colonias “populares”, con golpizas a los rivales.
Además, podrían haber víctimas de accidentes automovilísticos provocados por hinchas embriagados que festejan “su triunfo”.
Los psicólogos sociales también han destacado un creciente fenómeno que ocurre en Argentina o Brasil. El cual se repite en finales de campeonato o en juegos clásicos: aficionados llegan al extremo de suicidarse porque no soportan la pérdida de su equipo.
Para los especialistas, la próxima final por el campeonato del fútbol mexicano entre Tigres y Rayados será todo un reto para evitar que se desborde la pasión y por consecuencia la violencia.
-El Escritor y periodista mexicano, Juan Alberto Cedillo nació en el Distrito Federal. Estudió historia en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Actualmente radica en Monterrey, Nuevo León, donde ejerce el periodismo, es corresponsal de Proceso, y colabora con infinidad de medios Nacionales e Internacionales. Desde hace varios años investiga algunos sucesos históricos poco conocidos u olvidados en México.
Con Los nazis en México ganó el Primer Premio Debate de Libro Reportaje 2007. La Cosa Nostra en México, su más reciente reportaje, si bien no es continuación de su libro anterior posee varios puntos en común con aquél: corrupción política, bellas mujeres extranjeras y jugosos botines en juego.