A VER…

Por clemente Almaraz

El destape de José Antonio Meade para ser precandidato del PRI a la presidencia era algo que todos sabían, pero aun así, dudaban ante las otras personalidades políticas que buscaban ese privilegio (si lo podemos llamar así) y que también llegaron a sonar.

Pero a pesar de las críticas, que son muchas en torno a la presidencia, podemos decir que es la persona que podría regresarle algo de la credibilidad perdida al partido en el gobierno.

Es sencillo enarbolar la bandera ciudadana, es a lo que le apuesta el partido y que podría llevarlo a sostener la presidencia, aunque se antoje difícil por la supuesta crecida de Andrés Manuel López Obrador, a quien en algunas en encuestas, ya lo hacen presidente de México.

Lo cierto es que, el actual gobierno federal a pesar de las frecuentes pifias de Enrique Peña Nieto, los escándalos de los ex gobernadores corruptos y el desplome de la paraestatal Pemex, así como la violencia, México conserva una estabilidad económica que ha permitido, que sólo quien no quiera, no trabaja.

Así que, las críticas sobre todo destructivas seguirán, pero lo cierto es que, hasta quienes viven en de la calle les va mejor, como los limpiavidrios, vendedores ambulantes y otros comparados con los obreros y asalariados de muchos países de Latinoamérica.

Ahora la moneda esté en el aire, la fiesta política en redes sociales arreciará, los ataques entre aspirantes será más fuerte, pero de todos, quien asegure la estabilidad del país y permita llevar bienestar a las familias y trabajo a quien lo necesite, lleva un paso adelante.

Sin embargo…

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