12 curiosidades sobre los autobuses de Londres

 

Sin lugar a dudas, los característicos buses rojos son uno de los elementos que primero asociamos con la capital británica. Con casi dos siglos de historia e imprescindibles para locales y turistas, hoy desde El Ibérico os comentamos algunas curiosidades sobre uno de los elementos más icónicos de Londres:

1. ¿Por qué son rojos?

Hoy en día damos por hecho que los autobuses de Londres son rojos, pero lo cierto es que hasta 1907 las distintas compañías privadas que operaban eran libres de pintar los autobuses en el color que prefirieran. Fue la compañía London General Omnibus la que decidió pintarlos en un llamativo rojo para diferenciarse de las empresas rivales. Una estrategia que funcionaría, ya que le ayudó a transformarse en el mayor operador. Poco después de ello, y a petición de la policía metropolitana, también se introdujeron los números en los buses para indicar las diferentes rutas que seguían.

2. Una de las redes más extensas

La red local de autobuses de Londres es una de las más grandes y extensas del mundo. En la actualidad  cuenta con más de 6.800 autobuses, que operan en un total de 673 rutas, con 52 servicios nocturnos. Existen algo más de 19.000 paradas y cada día es utilizado por casi 5 millones de personas, produciéndose 1.800 millones de servicios anuales.

3. El primer servicio de ómnibus

El sábado 4 de julio de 1829 se ponía en marcha el primer servicio de bus de la capital, que cubría la ruta entre Paddington y Bank. El arcaico precedente consistía en un carro tirado por tres caballos que contaba con capacidad para 22 personas, y era conocido simplemente como ómnibus debido a que era un servicio público que admitía a cualquier persona que pagara la tarifa, que era de un chelín. La idea del transporte público fue “importada” de París, ciudad que desde hace años ya contaba con su propia red de buses.

4. Su utilización durante los conflictos

Tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial miles de autobuses fueron requisados por las autoridades militares. Su rapidez y gran capacidad de carga los hacía idóneos para todo tipo de labores, desde el transporte de soldados o armamento hasta servicios de ambulancia, pasando incluso por palomeros donde se podían resguardar las palomas mensajeras utilizadas en el campo de batalla. Sólo una pequeña fracción de los vehículos utilizados pudo regresar a Londres.

5. Números no utilizados

A partir del 300 es frecuente encontrar números sin una ruta asignada, pero actualmente sólo existen 3 números sin ruta asignada por debajo de dicho número: 84, 239 y 278. Paradójicamente, la ruta 15 que une Regent Street con Blackwall Station está duplicada, ya que también se cuenta con la ruta 15H que une Trafalgar Square con Tower Hill.

6. Refugio para los sin techo

Diversos factores como la reducción de las prestaciones sociales o el desorbitado aumento en el precio de los alquileres están empujando a mucha gente a dormir en la calle. Y dado que en las noches de invierno la temperatura en Londres baja o ronda los cero grados, muchos sin techo se ven obligados a buscar refugio en cualquier parte. Algunas rutas son usadas frecuentemente por éstos, dado que el cobijo que ofrecen los autobuses respecto al frío puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, y rutas como la 25, la 29 o la 207  son conocidas por servir de refugio para éstos en las peores noches de frío.

7. Un salto al vacío

El 30 de diciembre de 1952, en la ruta de 18 en Tower Bridge, se produjo una situación que quizás haya servido de inspiración para posteriores películas de acción. Uno de los buses se encontraba cruzando el puente, cuando de repente éste comenzó a levantarse. El conductor, consciente del poco tiempo con el que contaba, reaccionó rápidamente y aceleró, pudiendo salvar la distancia que había entre ambas plataformas. Tras asegurarse de que nadie había sufrido daños o lesiones físicas, el conductor prosiguió el servicio.

8. Objetos olvidados

Según la Oficina de objetos perdidos de Transport For Londonlos objetos que con mayor frecuencia olvidamos en los autobuses son paraguas y libros. No obstante, la propia administración ha citado casos de otros objetos menos usuales tales como dentaduras postizas, un pez globo disecado, implantes mamarios, un arpón de pesca o incluso la prótesis de una pierna.

9. Buses piratas

Actualmente pensamos en servicios de “taxis pirata”, pero en 1920 también éstos dañaron al servicio público de transporte. Dada la escasez de buses por su utilización durante el recién acabado conflicto, el servicio estaba lejos de ser satisfactorio y los autobuses solían estar congestionados. El empresario A.G. Partridge optó por poner en marcha un servicio de transporte independiente para cubrir las rutas más populares, una idea que rápidamente fue copiada por otros y que supuso que en tan sólo 3 años una docena de compañías operaran de forma autónoma más de 200 autobuses piratas. Estos vehículos solían utilizar atajos para evitar los atascos en los días de mayor tráfico y cobraban tarifas por encima de lo fijado legalmente.

10. El autobús más rápido

En 2008, en un episodio del programa Top Gear, el periodista Richard Hammond se propuso descubrir qué modelo de autobús de los que circulan por Londres era el más rápido. En dicha carrera se enfrentaron el clásico double-decker, un bus articulado, un hopper y el autobús simple. La victoria fue para éste último, que rebasó al double-decker en la última curva después de que éste volcara.

11. Autobuses a 40 grados

Tras las miles de quejas recibidas el último verano, Transport for London ha anunciado que procederá a la instalación de un nuevo modelo de ventanas que puedan ser abiertas. Los casi 550 nuevos Routemasters así como los 250 que pronto se incorporarán serán modificados para mejorar la ventilación en el piso superior, labor que supondrá un desembolso aproximado de dos millones de libras. En verano, la temperatura en el interior de dichos vehículos llegó a superar los 30 grados, si bien a través de diversas redes sociales se han denunciado que en uno de los días más calurosos la temperatura en el interior de uno alcanzó los 41 grados.

12. El “double decker fantasma”

Desde 1934 se han producido denuncias por lo que parece ser una aparición de un bus fantasma en la ruta 7 en la zona de Cambridge Gardens, en el código postal W10. Numerosas personas aseguran haber visto un autobús con una de las luces laterales fundidas circulando a gran velocidad  hacia ellos, que se desvanece tras rebasarlos. En 1934 Scotland Yard llegó a culpar a dicho espectro de un accidente en el que un coche salió de la carretera, previsiblemente para evitar la colisión con el espectro. La última vez que se denunció la presencia de dicho bus fue en 1990.

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